La mujer, de nombre Ming, empezó a preparar charabens (bentos decorados) cuando su primer hijo comenzó la escuela primaria. El niño la echaba mucho de menos y tenía problemas ajustándose a las largas horas en la primaria. Así que empezó a prepararle charabens y notas junto a su comida para animarle y que tuviera algo agradable y saludable para comer en el recreo. Con el tiempo, esta actividad paso de ser un simple hobby a convertirse en una fuente de dinero. El año pasado publicó su primer libro sobre bento, con la idea de proveer una guía útil para ayudar a los padres que quieren preparar charabens para sus hijos pero no saben cómo empezar. También comparte sus creaciones en su blog y en Instagram.

¿Vos podrías comerte algo tan lindo?

Fuente: boredpanda.es