Quién no recibió, de algún tío rata, un Mickey falso, con las orejas estiradas y cara de loco. Así es el mundo de las imitaciones, que puede traer muchas alegrías, pero también tantas tristezas y decepciones. Estos casos de copias son extremos, esperamos no encuentres ningún juguete tuyo entre estos ejemplos.
Fuente: Cabroworld