Jackie Brucia era la jefa de Debbie Stevens en una empresa llamada Atlantic Automotive Group, ubicada en Long Island, Nueva York. Pero un día Jackie de enfermó gravemente, necesitando que alguien le donara un riñón, sacrificio que hizo Debbie. ¿Quién haría eso por su jefe?

Pero la cosa no termina ahí. Después de la operación, Debbie comenzó a tener algunos problemas de salud, lo que hacía que tuviera que faltar al trabajo, ¡y finalmente su jefa la terminó despidiendo! Ahora, Debbie demandó a su jefa y a la compañía, y la verdad que no es para menos.

Fuente: La Nación