Cuando Leila, Liina y Lily Luik nacieron un mes antes de lo previsto ninguna de ellas pesaba más de dos kilos. 30 años después, son las primeras trillizas clasificadas para los Juegos Olímpicos, y el orgullo de su país, Estonia.
Blondas y casi idénticas, esperan llevarse menciones por su performance en la pista de running.
No sabemos si se llevarán el oro, pero sin dudas han conseguido llamar la atención del mundo con su singularidad.
Fuente: Playgroundmag