Ilusionado con ser el nuevo YouTuber, este niño español decidió abrir una cuenta de YouTube junto a 15 amigos. Pero parece que le pifiaron, y crearon una cuenta de AdWords, la publicidad de Google.
Con un saldo de 100 mil euros, el jovencito creía que en vez de estarle cobrando, le estaban pagando por ser un buen YouTuber. Felizmente, todo pudo aclararse, y Google accedió a no cobrarle por el error.
La madre debe haber estado re contenta.
Fuente: Playgroundmag