Con esto del Halloween, y sus diversiones aparejadas, son muchos los niños sobre excitados que uno se encuentra por las calles. Pocos, sin mebargo, son tan entusiastas como estos bajitos llenos de energía malvada.
Porque todos tuvimos un amigo, un primo, o quizás fuimos nosotros mismos la piel de Judas.
Fuente: Mundo