Stuart Wilson tenía una sola certeza: quería explorar los campos adyacentes a una zona que había investigado en los comienzos de su afición por la arqueología. Convencido de que encontraría la ciudad industrial de Trellech, una de las mayores ciudades medievales de Gales, se arriesgó por completo. Pagó 32.000 Libras, todos los ahorros de su familia, por una parcela de 4,6 acres, todo para buscar antigüedades únicas de aquella época.
Después de años de sostener su teoría, aún con la desconfianza de todos sus allegados, Stuart dio con rastros de aquella ciudad, y pudo cumplir su sueño con creces.
¿Vos hiciste alguna locura que salió bien?
Fuente: Playgroundmag