Uno de los populares restaurantes de pollo frito KFC ha decidido ir más allá en lo que a menúes personalizados se refiere. Cuando los clientes ingresaban al local, un poderoso sistema de reconocimiento facial los recibía con una capacidad única: determinar qué debían comer según su personalidad y estado de ánimo.
Cuando un cliente entra al restaurante, el sistema puede, según su cara, adivinar qué edad tiene, si es hombre o mujer, y analizar su carácter: si es abierto, si es tímido… de esta manera puede recomendar un determinado menú para él, contó uno de los ingenieros a cargo del experimento.
¿Vendrán a la Argentina estos menús emocionales?
Fuente: Upsocl