Una playa del Noreste de Alemania se vistió de colores cuando un barco que llevaba un cargamento de los famosos huevos Kinder perdió su envío, que pasó a flotar en el mar.
Los 1700 habitantes de la isla Langeoog no salían de su sorpresa cuando sus playas se llenaron de sorpresas de colores, para delirio de los niños locales. Un poco por cuidado ambiental, y un poquito por diversión, familias enteras salieron a recolectar huevos por todas partes, hasta dejar la playa libre de sorpresas Kinder.
¿Cuántos juguetes habrán armado con semejante cargamento?
Fuente: Mirror