A sus 94 años, no hay mañana que Zhang no se levante para hacer ejercicios matinales y correr alrededor de su aldea. La abuela practica Kung-Fu desde que su padre le enseñó los movimientos básicos, a sus 4 años.
Su hijo cuenta que la abuela siempre está de buen humor, y que de joven combatía a los mal vivientes locales.
Lo que se dice, una auténtica abuela vengadora.
Fuente: TN