Deliciosos esos años en los que lo más importante era tener buenas notas. O no tenerlas. Estos pequeños la jugaron de creativos en sus pruebas, y le hicieron muy difícil a la maestra el trabajo de retarlos o ponerles una mala nota. Porque cómo ponerle un 1 a un chico tan, pero tan original en su respuesta.
¡Qué nunca muera mi niño interior!
Fuente: Recreo Viral