¿Agua o embotellamientos? Esa es la cuestión

Yendo de esta forma ahorro tiempo, no como cuando iba en bicicleta o auto, comenta Benjamin David, un hombre de Munich que decidió comenzar a nadar hasta su oficina porque no toleraba el tráfico de la ciudad.

Harto de malgastar su tiempo, Benjamin decidió guardar su computadora y ropa de trabajo en una mochila impermeable, y comenzó a recorrer los metros que lo separaban del trabajo a través del Río Isar.

A pesar de que las temperaturas suelen ser bastante bajas, Benjamin reconoce que el paseo suele ser refrescante, aunque obviamente prefiere el verano.

¿Vos nadarías a tu trabajo si pudieras?