Además de alumbrar, purifican.
Todo idea del diseñador Julian Melchiorri que además es también investigador bioquímico. Según nos cuenta Bored Panda, quizás en virtud de unir sus pasiones, Julian dio forma a estas lámparas colgantes rellenas con algas, que dan una luz cálida hermosa, además de transformar CO2 en oxígeno.
Las lámparas de Julian son parte de su proyecto de hojas artificiales con el que espera llegar a todas partes del mundo, aplicando su genial idea en otros objetos y también en edificios. De esa forma, toda construcción humana funcionaría similar a un árbol. ¡Sin dudas le va a venir bien a nuestro planeta!