A vos que no te gusta que hablen durante la peli.
En Pekín ya son tendencia. Y por qué no, si del oriente siempre nos llegan estas ideas increíbles, que muchas veces nos encantan, y otras no tanto. Con estos cines virtuales no terminamos de estar del todo convencidos, porque se trata de ponerse un VR y disfrutar la película, básicamente, solo. ¿Lo mismo que si estuviera en mi casa?
Según nos cuenta Techinasia, los dispositivos VR todavía son bastante caros, lo que impide que el cine virtual se extienda y llegue a las masas posta. De ahí que estos cines busquen contener la enorme oferta de contenidos de este tipo, que conllevan mucha inversión y luego no tienen tanta demanda. Los nuevos cines virtuales ya pueden encontrarse en metrópolis tales como Shangái y Amsterdam, y parecen estar teniendo una muy buena recepción, con opciones que incluyen hasta un despliegue de 360º.
Como toda innovación, lleva un tiempo, y los creadores de contenido y de hardware creen firmemente que en los próximos años esta industria despegará. De nuestro lado, nos queda la duda acerca de si el cine debe mantenerse como un fenómeno colectivo. Después de todo, a quién no le gusta escuchar el crujir de pochoclos del otro…