Galina Baryshnikova afirma que los médicos asesinaron a su hija Ekaterina Fedyaeva, y no es para menos. Al parecer, mientras se recuperaba de una operación en el hospital ruso de Ulyanovsk, la joven recibió una sustancia equivocada por suero. Nada más y nada menos que formalina: lo que se le inyecta a los muertos para embalsamarlos.

Según nos cuenta The Sun, los médicos del lugar intentaron enviar a la paciente a Moscú para que pudieran recuperarla allí, decisión que tuvo el peor desenlace: después de estar en coma, Ekaterina falleció.

Por 14 horas, después de la cirugía, ella vivió con formalina en su cuerpo y ellos no hicieron nada, declaró la mamá de la joven, que seguramente iniciará acciones legales contra el negligente hospital que cometió semejante confusión.

Moraleja: huirles a los hospitales más que a los bancos.