Una nueva moda extraña, y algo macabra, llega a Instagram. La onda es ir al cementerio, y sacarse una selfie. Hay que tener ganas…
Los influencers ya no saben cómo hacer para llamar la atención y, quizás, ganarse unos mangos por simplemente subir una foto. Lo cierto es que después de llevar adelante proezas tan torpes como meterse a un lago contaminado o ir a pasear por Chernobyl, ahora la onda es sacarse selfies en pleno cementerio, haciendo monerías ahí entre las tumbas. Qué divertido chicos…
Viendo las capturas a uno le da ganas que se levante alguno de los que ya se fueron de gira y les pida que por favor paren con tanta selfie y tanto celular. Algunas de las tomas involucran la clásica boca de pato, otras simplemente cara de susto y algunas hasta se burlan de los nombres de las lápidas.
Utilizando hashtags como #CementerySelfie y similares, estas celebrities de poca monta pretenden ganar fama o, por lo menos, un par de likes con semejante estrategia. Solo nos queda decirles lo mismo que les diría El Comandante…