No podemos criticar las expresiones artísticas, por más extrañas que nos parezcan. Pero nadie puede decir que tendría esta rarísima mano en su mesita de luz.
Una colosal escultura de una mano, apoyada sobre dos dedos, con una cara bastante frikeante está incomodando a la gente de Nueva Zelanda que pasa a diario por el célebre museo de arte contemporáneo, City Gallery Wellington, en la capital de dicho país.
Descripta como un autorretrato por su artista Ronnie Van Hout, la escultura que muestra una cara con manos y mide 5 metros de altura se instaló originalmente en Christchurch después del devastador terremoto de 2011, y se suponía que animaría a la gente. Sin embargo, la gente no sale de su asombro, por no decir susto, al verla, y hasta algunos llegan a decir que los 47 mil dólares que costó sería una suma de lo más absurda e injustificada.
¿A vos te inquieta tanto como a nosotros?