¿Quién no quisiera vivir para siempre? Dracul Grotesque lo sostiene y lo defiende, y su novia sueca también. Ambos vampiros, 24 horas, 365 días al año.
Ella tiene 30, y él 36. Una parejita preciosa, con algo muy importante en común: ambos quieren ser vampiros, y se visten y viven como tales, sin importarles la opinión de nadie.
Siempre me gustaron los cementerios, dice Dracul, quien se conoció con Victoria hace 3 años. Ambos poseen prendas muy del estilo vampiresco, y viven en Los Ángeles, en donde parece que es más fácil llevar adelante su peculiar look y estilo de vida.
Pero eso no es todo. Dracul también toca rock metal, y muy bien por cierto. Lo importante es que se entiendan entre ellos, ¿no?