Cuando el esposo de mi nieta me vio se quedó sin habla. Todos lloraban y yo pedía la llave de mi casa porque me dejaron afuera, se habían ido a la empresa fúnebre a hacer los trámites para velarme, explicó Cono Millán, el abuelo de 90 años que se apareció en su propio velorio.
Al parecer, un vecino y su nieta creyeron que otro abuelo (muy parecido se ve) era Cono, y después que este se desplomara en la calle, procedieron a llorarlo y darle su último adiós. Pero el abuelo original terminó apareciéndose en la casa, confundido porque habían cerrado la reja y había quedado afuera. Sustos mediante, la situación se aclaró, y el abuelo fallecido fue velado por sus correspondiente parentela. Pasa en las películas, pasa en los velorios.
Fuente; Crónica Web