La historia cuente que el mítico Bob Marley y su banda The Wailers pasaron una temporada en Kensal Rise, un barrio tranquilo de Londres, mientras hacían una de sus giras europeas. Y en esa misma casa, olvidaron cintas de sus shows, que quedaron resguardadas por el sótano que, 40 años después, pertenecería a un amigo de Joe Gatt, empresario que decidió revalorizarlas.
Aunque deterioradas por la humedad del sótano, las cintas pudieron ser remasterizadas en calidad digital después de 1 año de trabajo del técnico de sonido Martin Nichols. Cuando las escuché, se me erizó el vello, confesó el técnico. Fue como tener delante tuyo a Van Gogh pintando algunas de sus mejores obras solo para ti. Y no es para menos.
Fuente: Playgroundmag