¿Quién no ha querido quedarse en casa un día de lluvia fingiendo una gripe espontánea? Bueno, esta señora se hizo un negocio con los haraganes.
Belina Fondren, 52 años y administrativa en una clínica, está acusada de escribir y vender hasta 14 certificados médicos a dos estudiantes de la escuela de secundaria de Evans, en Louisiana, Estados Unidos, para que estos pillines se pudieran ausentar de sus clase sin levantar sospechas.
La ficha saltó después que la junta escolar, al parecer preocupados ellos por semejante ola de problemas de salud en el alumnado, se contactó con el médico que supuestamente había atendido a los alumnos. Claro está, el profesional no había visto a estos estudiantes jamás en la vida, por lo que pronto se dio con la verdadera autora de estos documentos. Según trascendió, la señora estaría cobrando 20 dólares por cada certificado. Turbio 100%