Lo engancharon justo cuando trataba de borrar los rastros de sus fechorías cibernéticas. Este estudiante cursaba el tercer año de la carrera de Ingeniería en la UADE, y le iba bárbaro porque se auto cambiaba las notas, hackeando los sistemas de la facultad.

Una profe muy avispada lo descubrió constatando que sus notas digitales no coincidían con las que tenía en la documentación firmada por ella. Entonces fue denunciado por ciberdelito, y allanaron la casa donde vivía con sus padres. ¿Qué encontraron? Pruebas de todo, y nada más y nada menos que 9 servidores. ¡Impresionante!

Fuente: TN