Lo llevamos a la Clínica Universitaria Veterinaria de nuestra zona. Peanut pesa menos de 3 kilos, así que estábamos preocupados por la cantidad que podía haber ingerido. Además, había algo de chocolate en la galleta, así que queríamos estar seguros de que todo iba bien. Lo curioso es que no se sorprendieron en absoluto, claramente no era la primera vez que veían a un animal colocado, cuentan los dueños de Peanut, un chihuahua que comió una galletita loca y quedó de la cabeza.
Por suerte, los médicos pudieron ayudar a Peanut a volver a su estado normal en breve, y ahora se encuentra bien.
Moraleja: no le digas guau a las drogas
Fuente: Playgroundmag