¿Alguna vez te pusiste algo sólo porque estaba de moda?
A veces, las tendencias nos traicionan. Nos hacen creer que un sombrero acampanado podría quedarnos bien, o que nos conviene comprar mocasines naranja. Todo es una cuestión de marketing, de vender algún accesorio por más feo, ridículo o gracioso que parezca unos meses después.
Así es como las zapatillas con taco tuvieron su chance, las camperas fluorescentes y las gafas flogger pasaron también a la historia. Pero pocas tendencias son tan alarmantes como las que veremos a continuación. ¿En qué estaban pensando las personas que osaron diseñar estas prendas? No lo sabemos. Pero como dice el capitalismo: si hay un vendedor, es porque hay un comprador.