Uno que está habituado a la lucha por la sabana y el acolchado no pensaría que en Japón son varios los que pagan hasta 400 euros para compartir sus sueños con alguien. Pero así es el negocio en Soineya, un curioso bar donde los clientes pueden dormir junto a una chica (sólo dormir, no pienses mal).
La entrada comienza en 25 euros, y va subiendo conforme aumenta la interacción con la chica que se acuesta en la misma cama. Los clientes llegan a pagar hasta 400 euros por compartir el sueño durante 10 horas, ¡todo un presupuesto!
Fuente: Cabroworld