La artificialidad de Instagram ha originado un nuevo fenómeno basado en la naturalidad y la privacidad. Buscando huir de la sensación de falsedad que producen sus propias cuentas de Instagram, muchos usuarios han optado por crearse finstagrams: cuentas privadas de Instagram en las que reflejan sus vidas tal y como son.

¿Que qué se ve en estos finstagrams? Fotografías tomadas recién despiertos, capturas de pantalla de conversaciones entre amigos e incluso imágenes subidas de tono que no enseñarían nunca a sus familiares.

El usuario medio que posee una cuenta de Finstagram ronda los 20 años. Mientras que en sus cuentas reales tienen cientos o miles de seguidores, en las falsas —o alternativas— el número no sube de las dos cifras.

Muchas personas han decidido tomar esta opción para recuperar la sensación de ser uno mismo en una red social que, por otro lado, no quieren abandonar. Mantienen una imagen artificial y otra real, pero solo algunos privilegiados tienen la oportunidad de verles tal y como son.

Con todo, son varias las aplicaciones que podrían sustituir a los finstagrams con el objetivo de mostrar a los usuarios tal y como son. La más famosa de ellas es Snapchat. Así que, ¿por qué no utilizar esta app?

“Snapchat es más efímero. Un Finstagram es más concreto y permanente”, explica el neoyorquino Omid Cohensedgh, de 19 años. Si Instagram es el Facebook de la imagen, Snapchat es el Twitter. Y en un Finstagram no es tan importante la inmediatez o el dinamismo como el hecho de poderse expresar libremente y sin fecha de caducidad.

Por supuesto, la alternativa tiene alguna que otra traba. Una de ellas es la facilidad con la que se puede filtrar un contenido, a priori, exclusivo. De hecho, los llamados “soplones ‘Finsta’” se dedican a tomar capturas de pantallas de un Finstagram en concreto para después propagarlo por su entorno.

¿Vos te harías un Finstagram?

Fuente: playgroundmag.net