Como no recordar la célebre frase de Homero No estaba dormido, estaba ebrio que tantas sonrisas nos regaló. Pero mientras el líder de la familia amarilla no tenía drama en admitir sus gustos etílicos, muchas veces los famosos tratan de ocultar sus noches de alta juerga, obviamente sin éxito. Los paparazzi, gente sin alma, los esperan apostados justo a la salida de ese bar tan turbio, listos para tomar la foto del próximo escándalo. Este compendio muestra las verguenzas de los más lindos, demostrando que ante la parranda, todos somos seres humanos.
Fuente: Cabronazi