Durante la Edad Media, muchas cosas eran pintadas ya que no existía la fotografía. Es así como, algunas veces, los animales y las personas se veían retratadas de manera bastante inquietante. Por ejemplo, en el caso de los gatos, parece que los pintores no le sacaban bien la ficha a su anatomía.
¿El resultado? Gatitos que parecen aliens, con un intento de cara de persona y cuerpo de rata.
Todo muy raro.
Fuente: Buzzfeed