Pocas ciudades pueden ser tan caretas como Eskilstuna, al oeste de Estocolmo. Una ciudad donde los mendigos tienen que pagar una licencia para mendigar. Toda la lógica tenían…

23 euros tendrán que pagar aquellos que deseen mendigar en la ciudad sueca de Eskilstuna que claramente debe ser chetísima. La licencia, que tendrá que pedirse por internet o en una comisaría local, dura sólo 3 meses y viene con un carnet especial, y desde ya que quienes se animen a pedir dinero en las calles sin tenerlo serán multados. La pregunta, claro, es con qué van a pagar si están pidiendo ayuda en las calles. Todo muy raro.

Las malas lenguas dicen que los ciudadanos de este lugar buscan eliminar la práctica con esta modalidad que, sin dudas, ha levantado una polvareda tremenda, especialmente entre las organizaciones sociales que ya hablan de discriminación y de que las autoridades de Eskilstuna estarían criminalizando a los mendigos.

Entre otras cosas, Eskilstuna se caracteriza por sus calles archi mega limpias y sus casas de arquitectura sutil y colores sobrios. Lástima las políticas horrendas que tienen, ¿no? ¡Ahí va el premio al más garca muchachos!