Amanda podría haberse amedrentado por su inusual estatura. Lejos de eso, su metro 91 la ayudó a descubrir una vocación: satisfacer fetiches.
Ahora, Amanda se gana la vida acompañando hombres que gustan de caminar a su lado, ¡o incluso encima de ella! Para nada sexual, su función se limita a abrazar y contener a estos señores. ¡Una genia!
Fuente: Upsocl