Seguramente te pasó: compraste un teléfono, y te dieron una línea que alguien había utilizado previamente. Lo mismo le ocurrió a Rama, un chico argentino que recibió el número de un tal Kevin, quien parece tener la vida más excéntrica, peligrosa y, algunos dirían, criminal.
Los WhatsApp recibidos por Rama en los días sucesivos a la recepción de su línea hablan por sí solos.
¿Cómo continuará esta atrapante historia?
Fuente: Xataka