Eso de ponerse de la cabeza con botellas o chops pasó de moda. Ahora la onda que viene directamente desde Gran Bretaña es aspirar vodka… por un globo.
7 dólares cuesta cada uno de estos globos de vodka con los que los europeos gustan de emborracharse hasta el cansancio. La idea es aspirar de este globo hasta que le llegue el alcohol a uno hasta el cerebelo. El proceso se da a través de una máquina que convierte el licor en gas para después enviarlo a al globo que será consumido. Aunque muchos de los que lo consumen lo describen como bastante asqueroso y fuerte, sí reconocen que facilita mucho la llegada a ese estado etílico en el que nos reímos de todo.
Sin embargo, no todo es color de rosa en el mundo de los globos alcohólicos. El alcohol que ingresa a los pulmones irá directamente al torrente sanguíneo y, por lo tanto, podría emborracharse muy rápidamente, lo que podría ponerlo en todo tipo de riesgo, por ejemplo, por envenenamiento por alcohol, comenta Andrew Misell, director de Alcohol Change.