Es muy bueno para la piel, y es una experiencia de vida, afirma Andrea Stigger, propietaria del primer establecimiento con una auténtica piscina de cerveza. Starkenberg Brewery es el bar austríaco del que es actual dueña, donde ya su abuelo solía darse baños de inmersión en su bebida preferida. La familia entera administra el lugar, que ya recibe visitas de turistas amantes de la birra de todas partes del mundo.

Pero la cosa no es solamente ir a tirarse de bomba. Como dice Andrea, esta preparación también es beneficiosa para la piel, tanto que aconsejan no ducharse después de la inmersión para absorber correctamente los nutrientes. Qué olorcito te quedará, ¿no?

Fuente: Crónica Web