Estos perritos no quisieron quedarse afuera del festejo más creepy del año.
Superhéroes, bailarinas, mini calabazas. ¿Hay cosa más divertida y tierna que disfrazar un perro? Si la hay, no quiero saberlo. Estos canes le pusieron toda la onda a la noche de brujas, y supieron acompañar como pocos los disfraces de sus amigos humanos. El tamaño y la bravura quedaron de lado al momento de enfundarse en los trajes más tiernos y horrorosos de la cuadra.
¡El año que viene disfrazo al mío!