Un interno de una cárcel brasilera vio frustrado su intento de huir al quedar atascado en el hueco de escape debido a su enorme barriga.

Rafael Valadao intentaba escapar de la prisión de la ciudad brasileña de Ceres a través de un hueco secreto que había confeccionado junto a otros internos de la prisión. Sin embargo, su enorme barriga le jugó una mala pasada y quedó atascado al intentar pasar por él. Los guardias no tardaron en llegar, aunque sus intentos de devolver al interno a su celda fueron inútiles: Tuvo que ser rescatado por los bomberos.

Las autoridades de la ciudad aún buscan al compañero de celda de Rafael que sí logró escapar. Los otros dos cómplices del escape no tuvieron la misma suerte ya que esperaban su turno detrás del preso barrigón. Todos retornaron a sus celdas excepto Rafael, quien tuvo que ser hospitalizado con una costilla rota.

Una vez que volvió a la celda se comió una de gastes que ni te cuento. Fue entonces que el chavón empezó a hacer ejercicios en el gimnasio y abandonó terminantemente el morfi zarpado. Ahora, pide ensalada en el almuerzo y sopita en la cena. Además de toda su rutina de gym y dieta, las locas de la prisión le están haciendo unos tratamientos estéticos in-cre-i-bles. Flaquito, musculoso y con el pelo sedoso el preso incansable planea un escape escurridizo en breve.