El jefe de una empresa de transportes volvía de su almuerzo cuando notó la puerta de su despacho cerrada. Al abrirla, no pudo creer lo que veían sus ojos. Su empleada de 44 años estaba defecando sobre su mesa como un hipopótamo, según las propias declaraciones del hombre.
Al parecer, la señora había ganado 3 millones de dolares en la lotería, y quería vengarse del que fuera su jefe hasta ese día. ¿La explicación de la susodicha? Aguanté su mierda mucho tiempo, ahora que aguante la mía. Nota al margen: la señora había comido mexicano.
Fuente: Diario Qué