Cuando uno se enamora, tiene ganas de gritar su verdad a los 4 vientos. El problema es que, a veces, la emoción del sentimiento hace que perdamos cualquier indicio de cordura. Es entonces cuando suceden aberraciones como las de estas propuestas que, lejos de ser románticas, terminaron de lo más frikiantes. Pero, ¿quién no hizo una locura por amor? ¡Qué arroje la primera piedra!
Fuente: Varios