No hay nada como clavarse un buen vino con el queso perfecto. Pero si creés que esa pareja no tiene igual, agarrate que salieron los chupitos de queso. Es decir: directamente mandás el vino en el chupito, y te morfás todo de una. ¿Cómo funciona? Derretite con el video explicativo.
Fuente: No puedo creer