Imaginate que tu pibe viene y te dice: no soy humano, soy un gato. Maso menos eso fue lo que le pasó a los papis de Nano, una chica de noruega que vive convencida de haber nacido en la especie errónea. Pero no es la única. Existe toda una comunidad de personas llamada Otherskin, quienes no se didentifican con la raza humana, y aluden ser animales, o incluso personajes de ficción. Pienso, luego existo. Si pienso que soy un lobo, soy un lobo, porque así me pienso. Es una lógica circular infalible, explican los miembros de esta curiosa comunidad.
Por lo pronto, los muchachos aluden que si se respeta a los transgénero, debería respetarse también su extraña elección. ¿Qué harías si te cruzás a uno de ellos?
Fuente: Playgroundmag