En España, Torrelodones, tenían un grave problema con la caca de los perros. Sus dueños no recogían los desechos de sus mascotas, y la situación era insostenible, locura que esta caca inflable gigante venía a solucionar. Pero fue robada.
Los vecinos todavía tratan de dar con el gigante accesorio de la campaña, que costó al ayuntamiento, nada menos y nada más, que 800 euros. ¿Dónde la tendrán?
Fuente: Diario Qué