¿Qué si el arte se puede comer? Aparentemente, en Miami creen que sí. Aunque salga 120 mil dólares.
El mundo del arte nos ha dejado otra curiosa escena que invita a la reflexión. Si sorprendente fue que se vendiera por 120.000 dólares una instalación que consistía en solo una banana pegada a la pared, más sorprendente son los hechos que causaron su desaparición. El Comedian, nombre que lleva la obra que diseñó Maurizio Cattelan y que sorprendió al público al colocar esta fruta sujeta a la pared con un trozo de cinta. Y aunque nos parezca increíble, consiguió vender la obra por 120.000 dólares en el Art Basel Miami Beach.
Más surrealista ha sido la forma en la que ha desaparecido: otro artista, el neoyorkino David Datuna, se comió la obra de arte, y hasta se dio el lujo de compartir las imágenes en Instagram asegurando que se trataba de una performance de un artista hambriento. Felizmente, y para evitar cualquier infarto, el artista ya ha confirmado que el valor de la obra reside en el certificado de autenticidad, por lo que la banana podrá ser reemplazada sin problema.