Las cicatrices son prueba de la garra que uno le pone a la vida. Eso mismo pensaron estas personas, que decidieron no sólo no ocultar sus marcas, sino que además, se tatuaron para darles un sentido mucho más fuerte. Porque uno siempre puede ver la mitad del vaso medio lleno, ¿o no?
¡Mirá qué buenas ideas tuvieron!
Fuente: Bored Panda