Blue nunca imaginó que terminaría siendo terapeuta, pero sus habilidades únicas para empatizar con el género humano lo llevaron hasta el asilo de ancianos Palm Beach Gardens.
Allí, ayuda a combatir la depresión de los abuelos, alegrándoles el día mientras se deja hacer mimos. Para muchos residentes, sólo la visita de Blue ya hace la diferencia. Además, los alegra con trucos, dando besos, haciendo sus sonidos, e incluso tocando un pequeño pianito.
¡Nada como un animal copado para curarnos de todo!
Fuente: Huffington