En un experimento sin precedentes, Maximilien Van Aertryck y Axel Danielson dirigieron un corto en el que los protagonistas son personas dudando. ¿De qué?, preguntarás. Pues de arrojarse desde 10 metros de altura.
A través de un anuncio en Internet encontramos a 67 personas que nunca habían estado en un trampolín de 10 metros y que nunca habían saltado de tanta altura. Les pagamos a cada uno de ellos el equivalente a 30 euros por participar, que consistía en subir hasta arriba del trampolín y caminar hasta el borde. Estábamos tan interesados en las personas que saltaban como en las que volvían a bajar, comentaron los directores, que llevaron su material hasta el New York Times.
¡No te pierdas el inquietante video!
Fuente: Playgroundmag