IKEA la famosa tienda de decoración sueca ha recibido una queja pública vía Facebook que, quizás, sea la única en su especie. Examinemos el objeto del reclamo, que un comprador había llevado para bañarse en la ducha dado que no puede hacerlo de pie.
Al parecer, los testículos del señor quedaron atrapados en los agujeros de esta pequeña silla, aunque no nos queda claro cómo logró recuperarlos. ¿Vos decís que la tienda le debe una disculpa? Nosotros creemos que sí. ¡Y una silla sin agujeros!
Fuente: Diario Qué