Lo único que nos faltaba era aprender a hacer pizza, dice Tara, la mitad de la parejita que dejó todo en USA y se mudó al Caribe para abrir y comandar el que sería el primer barco de pizza. Sí, una cosa así como un camioncito de comidas al paso, pero en el medio del mar y con la mejor pizza. El sueño de todo marinero, y por qué no, pirata.

Así es como la parejita, ella maestra y chef y él ex-Wall Street, pasó 2 años restaurando el que sería su barco pizzero. Después de conseguir cumplir todas las regulaciones y de aprender a hacer la mejor pizza de los alrededores, los aventureros abrieron su negocio, que fue un éxito instantáneo.

Los lugareños, o los turistas de paso, pueden ordenar su pizza por teléfono o email, y enseguida les llega hasta su barco. Los sabores de estas pizzas acuáticas varían entre aquellas que tienen salchichas y algunas que hasta llevan mangos.

¿Vos qué negocio te pondrías en el Caribe?