¿Quién no se ha puesto intenso con alguna pasión? Está el que se obsesiona con un determinado boliche, el que se super entusiasma con un destino de vacaciones, y después esta familia, que va todo el tiempo a Disney. Y disfrazados, además.
La familia Ruvalcaba vive en una ciudad llamada Norwalk, muy pero muy cerquita de Disneyland. Tanto, que ya visitaron el parque de ensueño más de 300 veces. Pero lejos de conformarse con subirse a las atracciones una vez por semana y conocer a todos los personajes como si fueran parientes, los Ruvalcaba subieron la apuesta, y ahora acuden disfrazados de pie a cabeza. A eso llamo yo compromiso.
La mamá Jennifer parece que se pasa con la máquina de coser y utiliza telas de descarte para armar los impresionantes trajes que su familia luce en cada visita. Tanto que hasta recibe pedidos por Instagram para producir las mismas creaciones para otros chicos.
¿Vos vivirías al lado de Disney?