Los de las últimas seis filas huyeron hacia la parte de adelante. La tripulación sacó botellas de perfume para rociar el avión, pero el horrible olor no desaparecía, cuenta uno de los angustiados pasajeros que compartió viaje con un hombre que no se bañaba hace semanas. El avión, propiedad de la compañía low cost Transavia, viajaba de Gran Canaria hasta Amsterdam pero debió aterrizar de emergencia para descartar al pasajero que se estaba, literalmente, pudriendo en vida.

El pasajero fue sacado a la fuerza del avión y trasladado a una ambulancia. Un equipo de limpieza tuvo que venir para limpiar todo el avión. Solo entonces podríamos continuar el trayecto. Finalmente llegamos a Ámsterdam dos horas tarde, sigue el pasajero, parte del grupo que comenzó a reclamar en cuanto el oloroso subió a la nave. La aerolínea todavía no se ha pronunciado por el hecho, pero muchos afirman que simplemente se trataba de una persona que no se bañaba. Todo un asco.

¿Lo peor? Ante semejante tufo, la tripulación trató de encerrar al hombre en uno de los baños, pero ni así: el hedor era demasiado fuerte.

Este pasajero sí que era 100% low cost.