Cuando pensábamos que habíamos dejado atrás ciertos incidentes del pasado, estábamos muy equivocados. Las máquinas siempre nos pueden dejar a gamba, sin importar cuánta tecnología les pongamos encima. Es el caso del imponente crucero Carnival Dream, que este fin de semana protagonizó un desperfecto digno del Titanic de Rose y Jack.
En su viaje desde Nueva Orleans hasta El Caribe, una cañería de la increíble embarcación se reventó, arrojando a sus pasajeros del total lujo al pánico sin remedio.
Así estaba la cosa dentro del crucero.
Felizmente, las autoridades de la embarcación lograron sacar a todos los pasajeros sanos y salvos (nadie tuvo que esperar en una tabla). Sin embargo, muchos de los desafortunados que viajaban en el crucero llegaron a lanzar tweets desesperados en los que, incluso, pedían que recen por ellos.
Ahora, la compañía a cargo del Carnival ha ofrecido devolver el dinero del pasaje a los damnificados y darles 50% de descuento en sus próximos viajes con la compañía.
No queremos avivar el fuego, pero para nosotros, ¡no hay trato!