Recopila tus pensamientos, proyecta tu odio sobre los objetos y libera una oleada implacable de destrucción, es la frase con la que los dueños de Rage Room promocionan sus curiosas instalaciones, donde la gente va, literalmente, a romper todo.
La cosa empieza cuando reservás tu cuarto de la ira. Después, te toca elegir qué objetos querés romper, y las opciones son muy variadas, incluyendo inflables, platos y mucho vidrio. Una vez en el lugar, te ponen toda la vestimenta de seguridad para que nada te lastime, y te dan un bate de beisbol para que descargues tranquilo. Todo un servicio.
Esta liberación tan cool de estrés te cuesta 15 dólares los 30 minutos. Sus creadores defienden su peculiar propuesta alegando que esta sociedad tan acelerada y exigida merece tener un espacio para relajar malas energías.
¡Estamos de acuerdo!